En aquella época el país sufría cambios políticos y atravesaba una etapa socialmente inestable... ahora entiendo por qué mi madre se quedó con el alma en vilo cuando me fui a 700 km. lejos de casa, a una ciudad donde la seguridad no estaba garantizada, ¡¡¡a vivir sola!!!... bueno, no tan sola porque me quedé en casa de mi abuela, y allí nunca faltaban las visitas de tías, tíos, primas, primos, amigos, más amigos :)
¿Y por qué os cuento esto? para meteros en contexto y que entendáis lo que viene a continuación.
Mi rutina de estudios y actividad diaria fuera de casa la realizaba siempre de día, a partir de las 6 de la tarde ya estaba seguramente protegida en casita.
Pero, un día quise aprender a hablar japonés. Las clases eran dos días a la semana, de 19:00 a 21:00 horas, y la academia no me quedaba nada cerca.
Aún y con todo eso se me olvidaron promesas, recomendaciones y precauciones, y me apunté.
A los dos días se enteró mi madre, y fue ése el tiempo exacto que duró mi aprendizaje del idioma nipón, dos días... bueno, dos noches.
Aún conservo mis apuntes, y aunque no entiendo "ni jota", disfruto mucho viendo los signos tan bonitos que hice en su día.
Todos estos recuerdos vienen evocados por el reto propuesto en 'Mi desván de artesana', reto que consiste en hacer cualquier tipo de manualidad inspirada en Japón.
Tan pronto me enteré del reto me dije "¡esto no me lo pierdo!".
Desde el primer momento tuve claro que trabajaría únicamente en papel (con lo que me gusta), y si acaso, algo de tinta china.
Y aquí el resultado...
Primera vez que hago una muñeca de éstas y me ha encantado la experiencia. Además de lo entretenido que ha sido trabajar el papel, he enriquecido un poco mi cultura general, pues he aprendido que tradicionalmente estas muñecas se utilizaban para que las niñas japonesas aprendiesen las formas de usar el kimono, y también los distintos peinados según el estado civil y la posición social... interesante ¿no?
Las dimensiones de la tarjeta son un poco atípicas, pero no sé por qué asocio al arte japonés formas estilizadas y alargadas, de ahí que la tarjeta mida 10 cm de ancho por 25 cm de alto.
Desafortunadamente para el fondo no tenía ningún papel con caracteres japoneses, así que tuve que poner uno que aunque tiene números arábigos, los colores rojo y dorado van que ni pintados para el tema de la tarjeta.
En el lateral derecho he puesto una franja de papel con purpurina dorada, y otra franja de papel texturado color marfil donde he escrito en japonés... no os emocionéis que no he escrito ninguna frase coherente, me he limitado a copiar las vocales y alguna que otra sílaba de los apuntes que os mostré antes... ahora que lo pienso, espero haber copiado correctamente y no haber puesto ninguna barbaridad ;P
¡Cómo he disfrutado con esta tarjeta, no hay duda que adoro el papel! :)
Hasta aquí por hoy. Bss y hasta la próxima.
