Pensaba que ya me había pasado el disgusto, por eso saqué hoy el álbum que tenía enterrado en el fondo de un cajón, el álbum que iba a ser el regalo de cumpleaños de mi madre el año pasado, pero que va, ha sido nada más volver verlo y disgustarme nuevamente como aquel día >:(
Este álbum lo empecé a hacer con mucha ilusión pensando que iba a ser un regalo muy acertado, que a mi madre le iba a encantar y que iba a disfrutar mucho teniendo a mano las fotos de Leire cada vez que quisiese verlas...
Las veo jugar juntas, reírse las dos a carcajadas y me cuesta creer que la brecha generacional ronda los 80 años.
Os cuento, hice cada una de las hojas en cartulina de 175 gr., las decoré con papel de scrap y para la encuadernación escogí una variante de las de espina. Cuando terminé me di con la ingrata sorpresa de que al abrir el álbum algunas de las hojas tiraban entre sí y la encuadernación se despegaba un poco :O
Como quería que mi regalo quedase perfecto pensé que la mejor solución iba a ser llevárselo a un encuadernador profesional y así lo hice.
¿Queréis ver cuál fue el trabajo que hizo el encuadernador profesional?
Y para más inri, además de lo que habéis visto en las fotos, el orden de las hojas había sido totalmente alterado y se había perdido la coordinación de colores y diseño entre los papeles.
Aaarrrrggghhhh ¿es o no es para estar disgustada? >:(
Conclusión de esta historia:
Una bisabuela y una bisnieta que comparten momentos de contagiosa alegría cuando están juntas.
Os cuento, hice cada una de las hojas en cartulina de 175 gr., las decoré con papel de scrap y para la encuadernación escogí una variante de las de espina. Cuando terminé me di con la ingrata sorpresa de que al abrir el álbum algunas de las hojas tiraban entre sí y la encuadernación se despegaba un poco :O
Como quería que mi regalo quedase perfecto pensé que la mejor solución iba a ser llevárselo a un encuadernador profesional y así lo hice.
¿Queréis ver cuál fue el trabajo que hizo el encuadernador profesional?
Y para más inri, además de lo que habéis visto en las fotos, el orden de las hojas había sido totalmente alterado y se había perdido la coordinación de colores y diseño entre los papeles.
Aaarrrrggghhhh ¿es o no es para estar disgustada? >:(
Conclusión de esta historia:
Feliz año Myriam
ResponderEliminar¡¡¡¡ gran disgusto te llevaste !!! Estoy segura que tu lo habias dejado mucho mejor de lo que te hizo este "profesional chapucero"
Si cumples con tu proposito, que seguro que lo cumples y sin tardar mucho, lo dejaras impecable.
Espero verlo pronto.
¡Feliz año para ti también, Isabel!
EliminarPues sí, me llevé un gran disgusto y visto lo visto, estoy convencida de que aunque no tengo mucha idea de encuadernación, lo habría dejado mucho mejor ;)
Ya te iré contando novedades tan pronto me apunte en el taller de encuadernación.
Uff madre mía! Si yo fuera tu no se qué le habría hecho al encuadernador chapucero... Dice mucho de ti que de esta faena hayas sacado la parte positiva y vayas a aprender a encuadernar tú misma.
ResponderEliminarOlé por ti.
Besos
jajaja, ahora me río (porque tengo el álbum lejos de mi vista, refundido en un cajón), pero ya te imaginarás el disgusto que me llevé.
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